Regla Templaria
Regla Latina de la Orden del Temple
La Regla Latina describe el comportamiento ideal de un caballero, fue redactada en 1128, en latín, con 71 cláusulas atribuidas a Bernardo de Claraval y Hugo de Payns. En 1165 se tradujo al francés y se añadieron estatutos de índole militar, lo que dio origen a la Regla Francesa. Con el paso del tiempo tuvo otras modificaciones y alcanzó un total de 686 artículos.
Resumen de la Regla Latina
Los Templarios hacen voto de obediencia, pobreza y castidad.
Todos los preceptos
estarán sometidos al criterio y la interpretación del maestre.
Los caballeros
guardarán obediencia perpetua al maestre. Todo se somete al impero del maestre
y todos deben obedecerle.
No siempre todos los
hermanos han de ser convocados a consejo, sino los que el maestre considere
idóneos y dotados de criterio.
Si algún hermano
delinquiese en alguna cosa leve, él mismo, voluntariamente, cuente su falta al
maestre e impóngasele una penitencia leve. Mas si callase, y por otro fuese
conocida alguna falta, se le someterá a mayor corrección y castigo. Si el delito fuese grave, sea apartado de la
convivencia de los hermanos, no coma con ellos, sino solo; sométase todo al
juicio del maestre. El que permanezca indisciplinado podrá ser expulsado.
Se permite a los
hermanos comer juntos en el refectorio, en silencio. En las comidas y cenas, un
lector leerá una lección santa.
Se comerá carne tres
días a la semana, aparte de los domingos, Pascua o festividad de Santa María. Los
lunes, miércoles y sábados se comerán legumbres. Los domingos, los caballeros y
los capellanes comerán dos platos, el resto sólo uno. Los viernes, desde Todos
los Santos hasta Pascua, sólo se dará comida (no cena). La colación y el
consumo de vino quedan al arbitrio del maestre.
Tras cada comida se
dará gracias a Dios, en la iglesia o en el mismo refectorio.
Tras la puesta de sol,
al toque de campana, todos irán a Completas (oración antes del descanso
nocturno). Después, cada uno irá a su cuarto y se guardará silencio.
Los caballeros vestirán
ropa blanca, sin cosas superfluas y arrogantes. Los sargentos y escuderos
usarán ropas negras o pardas. En invierno, como abrigo, sólo se pueden usar
pieles de carnero o cordero. Se prohíbe el uso de zapatos puntiagudos y de
cordones.
Debe llevarse el pelo
bien cortado, por delante y por detrás, observándose lo mismo para la barba y
el bigote.
Se puede usar camisa de
lino (más fresca), en la región de Oriente, entre Pascua y Todos los Santos.
Cada caballero sólo
puede tener tres caballos y un escudero. No se utilizará bolsas de comida de
tela o algodón para los caballos. Debe usarse sólo bolsas de
malla.
Se prohíbe rotundamente
lucir oro o plata en bridas, estribos, pectorales y espuelas. Si son regalos,
esos arneses han de ser coloreados de tal modo que su belleza no pueda ser
vista.
Si a algún hermano le
fuera regalado algo sin pedirlo, entréguelo al maestre o al procurador. Si algún amigo
suyo o pariente sólo hiciera el regalo si le fuera entregado a él, no
lo acepte mientras no lo autorice el maestre.
Ningún hermano tendrá
una bolsa o monedero que se pueda cerrar con cerrojo, excepto los maestres.
Los Caballeros del
Temple si pueden tener tierra, hombres y campos y deben gobernarlos con
justicia, e imponer su derecho tal y como está establecido en las leyes.
Cada uno duerma en su
cama solo, y no de otra manera. Dispongan de un jergón, una sábana y un
cobertor. Duerman siempre con camisa y calzones, y, estando durmiendo los
hermanos, nunca falte luz que alumbre continuamente hasta el amanecer.
No está permitido a
ningún hermano escribir a los padres, ni a cualquier otra persona, ni enviar ni
recibir sin consentimiento del maestre. En caso de autorización, la
correspondencia se leerá en presencia del maestre.
No se puede cazar un
ave con otra (cetrería). No se pueden cazar animales, excepto el león.
Se pueden admitir
hermanos casados, entrando el matrimonio conjuntamente a la casa templaria, y obligándose
a llevar una vida honesta. No deberán llevar hábitos blancos ni clámide.
Al morir deberán dejar al capítulo común una parte de sus propiedades y todo lo
que hayan obtenido desde el día de su ingreso. Si el hombre fallece antes que
su esposa, dejará su parte a los hermanos, dejando para la dama el resto, para que pueda vivir durante el resto de su existencia, pero esta no puede
continuar viviendo como cofrade en la casa.
No se puede convivir
con mujeres, para no poner en peligro la castidad. Está prohibido mirar
detenidamente el rostro de las mujeres y por ello se determina que ningún
hermano ose besar ni a viuda ni a virgen, ni a madre ni a hermana, ni amiga ni
ninguna otra mujer.
No se debe recibir
niños en la Orden. Sólo pueden ingresar cuando son hombres.
Se prohíbe a todos, tanto caballeros como sirvientes, sacar niños de la pila bautismal (apadrinamiento).